¿Hay favoritismos entre el personal en las Agencias?

Bueno, tema caldente donde los haya. La verdad que a mis treinta y un años, en los que he visto casi de todo por mi profesión de enfermera, ya paso de muchas cosas ( me sorprendo de mí misma en numerosas ocasiones), pero hay algo que todavía me molesta, la mala praxis ética y moral de las personas.

Como le dije un día a mi jefe, mientras me paguéis  y el banco no me desahucie, todo me da igual hasta cierto punto y ese cierto punto son los favoritismos, los enchufismos baratos y la gente que se ríe del personal.

Mis vivencias se remontan con dieciocho años cuando empecé a trabajar de promotora.
Como en cualquier trabajo, cuando un@ empieza en un sitio nuevo en el 90% de las ocaciones te toca lo que nadie quiere, en mi caso, fueron las promociones poco "guays", esas en las que tienes que vender y vender hasta conseguir el mínimo que te exige el cliente que puede ser tranquilamente 150 ventas diarias (depende del producto) por lo que no paras ni un momento.
Me hice la idea, y  trabajé durante un año con esa empresa, estaba encantada, pero porque todas las chicas éramos iguales ante la ley, y cobrábamos puntualmente nuestra nómina.

El problema comenzó cuando me compré un coche para ir a la Universidad y aumentaron los gastos, entonces decidí cambiar de agencia porque me dijeron que en  X agencia se cobraba más.
Me apunté a la agencia  y a la semana ya estaba trabajando. Empecé como siempre con promociones, pero a los pocos meses, yo y mis compañeras, veíamos como entraban chicas nuevas y hacían fiestas de noche a la misma semana de entrar sin pasar por el aro.

Lo más "heavy", es que alguna que otra no había hecho ninguna promoción en su vida y encima  tampoco cumplía los requisitos de azafata de imagen, por lo que a las demás no nos colaba el asunto. A eso se le llama " ENCHUFE".
Muchas compañeras se indignaron, en aquella época era " estamos quemadas", y se rebelaron marchándose de la agencia.
Yo aguanté y empecé a hacer las fiestas nocturnas, pero el personal con el que hacía las fiestas era como estar con las peores enfermeras de la unidad, en plan si pasa algo, estás vendida.
Poco agradables a la vista,  incompetentes y encima iban de sobradillas como si fueran coordinadoras.

Hay un refrán que dice: " El tiempo pone a cada un en su lugar".
Pasaron los meses y los clientes de la agencia se quejaron  ( ya sabéis que la mala fama corre como la pólvora) y digamos que la agencia lo pasó muy mal ( no explicaré realmente el asunto porque todavía me ven el pelo  por la calle y con esto de internet nunca se sabe).
En resumen, tuvieron tal escarmiento, que decidieron dejar los amiguismos para otra ocasión y ahora son todas iguales ante la ley.
¡Olé por el Karma, sí señor!.

Un saludo  y feliz día.

Mar.